Blog de Conocimiento del Medio para el tercer ciclo de Primaria

domingo, 25 de octubre de 2009

Benjamin Franklin (1706-1790) y la hora

Los últimos domingos de octubre y marzo de todos los años adelantamos o atrasamos una hora el reloj, para aprovechar mejor la luz solar y conseguir mayor ahorro energético.
Esta idea viene de 1784, cuando Benjamin Franklin, siendo embajador de EEUU en Francia, envió una carta al diario Le Journal de París proponiendo tres medidas para ahorrar energía:
1. Multar con un luis ( moneda de la época) a cada persona cuyas contraventanas impidieran a la luz entrar en sus habitaciones mientras el sol estuviera en el horizonte.
2. Dictar una ley u orden policial regulando el consumo de cera y velas,con el fin de reducirlo; y prohibir la compra de más de una libra de cera por semana y familia, poniendo, si fuese necesario , vigilantes en todas las cererías.
3. Hacer que las campanas de las iglesias repicaran al amanecer y, de no bastar esto, disparar un cañonazo en cada calle a la salida del sol, para que todo el mundo despertara al mismo tiempo.

6 comentarios:

  1. Me parece que para su época esas medidas servirian , pero para la nuestra es más eficaz el cambio de hora.

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  2. Yo pienso lo mismo que tu aunque fijo k si se hubieran echo en aquella época tendríamos la atmósfera mucho menos contaminada aunque ahora nosotros no nos preocupamos de nada tiramos latas, las bolsas las tiramos y no las aprovechamos para la siguiente compra como se haca antes tenemos un papelera a tres paso y lo tiramos al lado de ella en el suelo solo por no levantar la mano la verdad que la sociedad ha cambiado demasiado la sociedad y si fuera para mejor todavía pero estamos cambiando para peor y eso aunque no lo parezca daña a la naturaleza y a la atmósfera y eso le quita vida a la tierra.

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  3. ¿Opinas lo mismo profesora?

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  4. Si, eso de levantarnos " a cañonazos" si no nos despertaran antes las campanadas de la iglesia, o lo de decirnos cuándo tenemos o no que abrir las ventanas...son medidas que en 1784 a Franklin y a la sociedad de la época le parecerían de lo más lógicas, pero que hoy las vemos tan absurdas que parecen de broma. Lo único sensato de todo ello era la intención de ahorrar energía, aunque los métodos fueran tan extraños. Esa preocupación por el medio ambiente que tenemos ahora está muy bien, y ojalá hubiera existido siempre porque no tendríamos algunos de los problemas que hay.

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  5. Hola Carmen. ¿Viste lo de David Attenborough? A ver si te suena de haberle visto en la entrega de los premios.

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